El 17 de noviembre se reconoce como el Día mundial del Niño Prematuro como iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el fin de dar visibilidad a esta problemática, concientizar sobre las necesidades y derechos de bebés prematuros y de sus familias, sensibilizar sobre la importancia de la experiencia y el cuidado de calidad desde el sistema de salud y, así, avanzar en políticas que garanticen el pleno derecho tanto de los bebés como de las familias.